

Semilleros de la tradición
Niños y niñas semillas de la tradición
La participación de los niños y las niñas en la realización de luminarias y casillas y en los recorridos de exhibición tienen un gran significado, sus intervenciones aseguran la prolongación de esta tradición. Ellos salvaguardan y conservan este patrimonio intangible que permanece en la memoria colectiva, y se instala en el seno de su cotidianidad y en el imaginario de la mayoría de los valletenzanos.
El valor de mantener esta riqueza cultural radica en comprender el sentido de la palabra tradición, definida así por María Moliner: “entrega de una cosa, paso de una generación a otra a través de la vida de un pueblo, de una familia” y de una comunidad. En este caso, de las costumbres y de la creación individual y colectiva, tanto de luminarias como de casillas y de artesanías. Los niños, las niñas y los jóvenes reciben el conjunto de esas costumbres, en cuanto a la hechura y la composición, con los accesorios y los materiales necesarios para su creación, así como de las circunstancias y las raíces que se rememoran en la trasmisión.
Como las semillas de una planta que se expanden en la tierra para que germinen, algunos niños y niñas que participan con sus obras en las fiestas decembrinas, en los municipios del Valle de Tenza, son simientes que se deben cultivar y promover, porque sus realizaciones aseguran la tradición. Los trabajos de estos cultores nacientes son guiados y cuidados en cada una de sus etapas por sus padres, abuelos y familiares, quienes priorizan en ellos su libertad, creatividad y sensibilidad en el momento de hacer sus trabajos. Su proceso da otro sentido a cada uno de los elementos y partes involucradas en sus elaboraciones.
Asimismo, esta actividad popular siembra en los niños y niñas, varias cualidades y valores, como el respeto por el trabajo de los demás, el compartir sus creaciones, la socializan de sus saberes culturales, el aprendizaje recibido de sus pares y el fortalecimiento de su calidad humana. Todo, gracias al ejemplo continuo de su familia, de sus amigos y vecinos del barrio, de las personas de la vereda que, generalmente, también elaboran esas piezas tradicionales.
Para que los anteriores propósitos se continúen y efectúen, los semilleros de casillas y luminarias necesitan de la colaboración de las instituciones y organizaciones culturales regionales y locales, para que ellos y sus familias puedan elaborar con tranquilidad el proceso de realización de esa riqueza cultural particular de las Provincias de Neira y Oriente del Departamento de Boyacá.
Danna Sofía Hernández, Leidy Villalobos, Eimy lorena Monroy, Juan Romero, entre otros, tienen aquí también un espacio para reconocerles sus realizaciones y habilidades.
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Los hermanos exhiben con satisfacción y alegría la artesanía El conejo
Gilberth Parra Díaz en el taller artesanal de sus padres


La tradición se mantiene en familia, involucrando a los niños en el desfile de luminarias y casillas.
La participación de los niños y las niñas en el desfile asegura la conservación de la tradición. Niño llevando vara de luminaria con clavellinas.
Judy y Gilberth Parra Diaz
Leydy Villalobos
Familia Romero Martín

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Yuber Alexander Franco Bernal
Leidy Vanesa Franco
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Paula Andrea Bohórquez


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