Las casillas
- Pedro Leónidas Cárdenas Fonseca
- 22 oct 2021
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Las casillas son construcciones de réplicas o reproducciones de grandes edificaciones como iglesias, catedrales, basílicas, capillas, santuarios y hasta castillos. Son elaboradas en estructuras de madera, caña, maguey, bambú, guadua y modernamente en armaduras metálicas. Su elaboración comienza dos tres meses antes por los campesinos. Para confeccionar las partes, los artesanos emplean calceta de plátano, hojas de amero, palmas vegetales, pepas de pino, bejucos, semillas, fique, palillos, aserrín y motivos arquitectónicos decorados. Se destacan las confeccionadas con clavellina: “una casilla que se respete siempre debe llevar adornos con la flor de clavellina”, suelen decir sus fabricadores. Además, hacen los pisos, paredes, muros, torres y techos de las iglesias parroquiales con paja de caña, tejidos de calceta de plátano o maíz, con piezas pequeñas de guadua o bambú, así como con costal cafetero, tríplex, cartón o con secuencias de cañas horizontales atadas a otras verticales para las paredes.

En los espacios interiores iluminados de las casillas, los artesanos suelen representar con miniaturas en madera, cartón o papel, algunas partes y secciones de las iglesias. Ellos simbolizan presbiterios con altar, ambón y sagrario; y naves centrales, con bancas, confesionario, pila de agua bendita, vitrales e imágenes del viacrucis. También recrean pequeñas escenas religiosas con motivos católicos, como la réplica de la patrona de la iglesia, el santo de devoción o el pesebre navideño. Algunas veces, esas estampas son retratadas, pintadas o dibujadas; o simplemente las imágenes son recortadas de un almanaque, periódico o revista; para pegarlas con engrudo o algún pegante industrial.
