Siervo Castañeda

El cultor y su obra

Don Siervo Castañeda nació en el municipio de “La Capilla”, en la vereda “Zinc”. Actualmente se encuentra en la vereda “El Hato”, del mismo municipio. Es un artesano empírico que hace sus casillas “inventadas de mi propia mentalidad”, como lo señala. La primera obra la realizó a los 35 años, en el mes de diciembre de 1995. Inicialmente hizo réplicas de maguey, luego utilizó otras maderas y materiales, incluso, la flor de clavellina. La primera, fue la iglesia de su municipio, luego el templo de Garagoa, -en icopor-, la iglesia de Lourdes en madera y dos elaboradas con flores de clavellina. Hechas entre los años de 1995 y 2000.

La casilla del año 2021 es la réplica de la iglesia de Firavitoba, de 55 centímetros de ancha, 70 de largo y 70 de alto. Fundamentalmente, emplea madera para la estructura y la base, tríplex para las torres, techos y paredes, cartón para pequeñas piezas, capuchones de coco para las cúpulas de las torres, huesos para prolongar las terminaciones de las torres, pepas y semillas de diferentes árboles y arbustos para decorar algunas partes.

Sus obras buscan la proporcionalidad y la armonía en la estructura general y en cada una las partes y secciones de la réplica. Para ello, emplea varios recursos y materiales con los cuales elabora accesorios y realiza formas determinadas, que apoya con diseños creativos con papeles de diferente clase y color, que distribuye de conformidad con las iglesias que representa.

Considera trascendental seguir haciendo luminarias y casillas para continuar con la tradición y mostrarla en los aguinaldos de Garagoa, La Capilla, Pachavita y de los demás municipios del Valle de Tenza. Al respecto, Siervo Castañeda expresa que una casilla “es una réplica de una iglesia, de un castillo”; sobre la luminaria mixta indica que es aquella estructura a la “que se le adicionan animalitos u otros objetos, adornadas con florecitas de papel”; recuerda también que una luminaria tradicional “es aquella que se elabora en guadua o maguey, con ceras, banderitas y florecitas de clavellina”. Por eso opina que para juzgar las obras, los jurados deben ser “personas que conozca y sepan qué es gastarle tiempo para elaborar una luminaria, una luminaria mixta y una casilla”; reitera la importancia de “mirar el tiempo y los materiales que se utilizan para hacer esos trabajos”.