Nubia Bohórquez | Culturadeluminarias

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Nubia Rocío Bohórquez

El cultor y su obra

La artesana Nubia Rocío Bohórquez nació en Pachavita, en la vereda Llano grande. El primer acercamiento con las luminarias lo hizo desde pequeña ayudando a su madre, Alba Hermelinda Morales, en la elaboración de esa tradición. Según le cuentan sus padres, fueron sus abuelos Reimundo Morales y María Luisa Huertas los primeros que empezaron a elaborar luminarias en el año de 1930, en la vereda Llano grande.

En 2005 realizó su primera luminaria inspirada en el ambiente y la celebración de la navidad de Pachavita. En esa oportunidad, elaboró la luminaria Pabellón navideño, sobre una estructura de maguey decorada con flores de guiche y candelabros en chin.

En el año 2006, realizó la luminaria Los farolitos navideños igualmente en una estructura en maguey, con flores elaboradas en botella plástica y chin. Para el año 2007, participó con la luminaria El castillo navideño plantada sobre una base en madera; su composición la formó con pepas de trompo, bolas de icopor y macetas de pepa de eucalipto.

Para el año 2008, en una estructura de bambú, realizó la luminaria El florero navideño. Esta obra la compuso con tasas de jabón de loza, decoradas con vitrazeta, flores en plástico de botella pintadas también con vitrazeta.

Las florecitas navideñas es el nombre de la luminaria con la que participó en el año de 2009. En esta oportunidad presentó una estructura en maguey compuesta con flores de coca de maíz. Hacia el 2010, compuso una luminaria en forma de barco, con maguey flores de diferente forma, hechas de botellas plástica decoradas con vitraceta. Esta luminaria la denominó El barquito navideño.

Para 2011, la artesana Nubia Bohórquez hizo su participación con Rositas navideñas, luminaria realizada en maguey y arcos de chin. Los materiales complementarios que empleó fueron papeles de dulce moldeado en forma de rosas, amarradas con cabuya de fique. En el año 2012, continúa empleando el maguey como base estructural para la luminaria Arquitos navideños, la cual compuso con figuras en papel de paquetes de dulces, con las que formó diferentes trenzados para lograr un contraste particular.

Ya en el 2013, se centró en luminarias donde introdujo mariposas del medio elaboradas en plástico de botellas, decoradas con vitrazeta tinta china. Esta obra la llamó El rebaño de maripositas navideñas, montada en travesaños de agave.

En el siguiente trabajo, elaboró arcos que colocó sobre largueros de maguey; en ellos instaló diferentes abanicos hechos de papel de dulce. A esta obra la denominó Abanicos españoles navideños, y la elaboró en el año 2014.

Para el año 2015, participó con la luminaria Los girasoles navideños; para ello hizo una composición de girasoles en cartón, los cuales insertó alternamente en una estructura en maguey, para así crear un efecto de galería natural.

En largueros de maguey elaboró la obra El pinito navideño, la cual construyó con tapas, papel de dulce, botellas plásticas y arreglos florales con flores naturales de la región. La presentó en el año 2016. En 2017, Nubia Rocío Bohórquez trabajó en la luminaria Las piñitas navideñas, elaborada básicamente con diferentes piñas de pino, espátulas del mismo árbol y estructura en cocuy.

Así, la artesana tiene su impronta propia en su técnica y el trabajo con diferentes materiales reciclables, especialmente con la lata de cerveza. Sus obras guardan la tradición de esta manifestación, pero también toma posturas innovadoras con una estética particular. Para ello, maneja juegos cromáticos armónicos, diferentes formas y modelos geométricos que toma de la realidad circundante y de la tradición de las luminarias.

Recorrido de la Luminaria novedosa Rosetones navideños. Participación año 2020.

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Algunos elementos significativos de la alegoría

Logros

LUMINARIA: ALEGORÍA A LA NATURALEZA DEL VALLE DE TENZA COLOMBIA

En el Departamento de Boyacá, en la región del Valle de Tenza, sus pobladores elaboran hermosas obras artesanales, denominadas Luminarias. Estas son presentadas del 16 al 23 de diciembre de cada año en el Aguinaldo de Garagoa. Son creaciones plásticas de gran factura artística, producto de una tradición de más de 90 años. En sus realizaciones, se aprecian varias prácticas artesanales, saberes y técnicas primarias. Por su gran valor cultural y su tradición, son consideradas patrimonio cultural por Ordenanza Departamental y Acuerdo Municipal, en las que se reconocen también a las Casillas (réplicas de iglesias y catedrales), las carrozas y las comparsas, que desfilan en el aguinaldo mencionado.

Los campesinos de la región las clasifican como luminarias tradicionales y luminarias mixtas. Las luminarias mixtas las realizan con diferentes materiales reciclables, así participan cuidando y protegiendo el medio ambiente. En síntesis, según los creadores, las luminarias son encendidos que se hacen en las novenas de navidad con varias velas que se colocan en guaduas de 6 a 12 metros de largo o en palos de maguey. Generalmente, se cargan como andas, por niños, jóvenes o adultos; en muchas ocasiones, se adornan con cintas, flores en papel o figuras hechas de amero de maíz y en otros materiales. Su armado se hace en familia, con los vecinos o con la coordinación del comisario de la vereda. Luego, “se llevan al pueblo hasta la iglesia, para hacer después un desfile en el parque y las calles principales”.

La Luminaria: Alegoría a la naturaleza del Valle de Tenza, de 60 centímetros por 60 de base y 1 metro de alto, de la artesana Nubia Rocío Bohórquez, está elaborada en su mayoría con latas de cerveza reciclable, con las que realiza una obra artesanal en forma de caja, donde cuatro de sus caras son rosetones soportados por madera liviana, uno de ellos exhibe en su centro el escudo de Colombia. Toda la obra se encuentra montadas sobre una base de madera de maguey de fique.

En el centro se encuentra una estructura en forma de cono, con una base circular y un eje que sostiene la composición de esa estructura. En ella se expresa creativamente el significado de los cuatro elementos de la naturaleza del Valle de Tenza, los cuales están así representados por la autora: varias flores de colores y formas distintas (crisantemos y clavellinas), recuerdan el elemento tierra; 22 mariposas coloridas, hechas también en lata de cerveza, ubicadas encima y alrededor de los rosetones, simbolizan el aire; 11 candelabros, cada uno como réplica de una flor y con su respectiva vela de diferente color (amarillo, azul, rojo, verde, morado, blanco), están acompañados alrededor por otras flores pequeñas, el conjunto de la composición significa el fuego y refieren, asimismo, a la luz; el agua está representada por medio de los nylon templados, los cuales semejan la lluvia y hacen alusión al rio Garagoa y la represa de Chivor, en conjunto se produce un efecto particular de espejo.

Finalmente, se destacan cada uno de los rosetones circulares y policromados que están construidos de manera artesanal, figurados y transformados en una obra de arte majestuosa, de nutrido contenido simbólico. Con esto, la autora las erige como homenaje a las Luminarias del Valle de Tenza. Refuerza la alegoría, incorporando, en uno de los rosetones, el escudo de Colombia que es símbolo nacional; y, para ampliar el sentido de la creación, cada uno de los candelabros tiene una vela de color amarillo, azul, rojo y verde, adheridas con silicona en la base de la pieza artesanal. Así, toda la obra artística se constituye como alegoría a la naturaleza del Valle de Tenza y a Colombia.