Manos, técnicas y cultura en casillas y luminarias
Todo lo que el hombre hace se convierte en un factor de cultura. Lo que elabora se agrega al medio físico en que vive; y lo hace de acuerdo con una técnica heredada y experimentada, utilizando los materiales que encuentra en su entorno y los que le da su tierra. Por lo tanto, el artesano es un trabajador de sus propias obras y objetos con sus propios materiales y herramientas que construye o que la industria le ofrece. Cada realización tiene una utilidad y le produce un deleite particular al artesano, gracias a los contenidos estéticos originados por las formas, los colores, los motivos decorativos y las temáticas expresadas.
Los procesos de elaboración de casillas, luminarias, accesorios, artefactos y ornamentaciones son algunas de las técnicas heredadas por los artistas populares, producto de la invención y la creatividad que llevan a la producción de obras artísticas y artesanías. Con sus realizaciones, varias familias participan y se destacan en las festividades de sus municipios.Algunas de ellas que mantienen esa tradición, son la familia Huertas, Arévalo, E. Ramírez, Rodríguez, Alvarado, Alfonso, Zamudio, Leguizamón, Melo, del Municipio de Garagoa; Bohórquez, Camacho, Díaz, Castañeda, Á. Parra, de La Capilla; Zamudio, Leguizamón, Buitrago Rey, de la localidad de Pachavita; Bohórquez, Bermúdez, Franco, Pineda, de Tenza; Castañeda, Alfonso, de la localidad de Macanal; Cruz, de Chinavita; Masias, de Guayatá. Sus creaciones exhiben diversos motivos, asuntos y composiciones artesanales en diferentes dimensiones.
Para ello, utilizan técnicas de la región, diferentes recursos y materiales de uso popular (tela satinada, papel brillante y metálico, bombillos de colores, etc.), así como productos típicos tradicionales (fique, algodón, lana, caña, guadua, entre otros), formas naturales de la fauna y la flora regional y experiencia de sus labores individuales. El resultado de sus realizaciones son expresiones vivas de intención artística particular.
Detalle interior réplica del altar iglesia de Jenesano de Alba Castelblanco. Foto: Lorena Roa.
La elaboración de las luminarias y casillas cumple una ruta que inicia desde la búsqueda de los materiales esenciales, el empleo de las herramientas necesarias, la composición de la obra, la aplicación de técnicas tradicionales, la realización de los elementos decorativos, la elección de los motivos, el armado de las partes, hasta el acabado de la producción.
En este recorrido, sobresale también la elaboración de las partes básicas, los objetos y las miniaturas, la decoración con artesanías de la región, los tejidos y los entramados en fique y amero. Asimismo, resaltan los ensambles, el cuidado con los empalmes y las terminaciones, la combinación de los materiales y el manejo de las proporciones. En cada una de estas producciones, los campesinos aplican sus conocimientos tradicionales en el momento de trasformar los materiales que la región les ofrece.
Estas técnicas se advierten, por ejemplo, en la hechura de trenzados y entrelazados de fique, amero o chin, en criznejas de 4 o 6 gajos y en la realización de frontispicios, techos, secciones de iglesias, casas tradicionales y partes de casillas y luminarias mixtas. Estas confecciones las complementan con decoraciones geométricas y motivos tradicionales, que reflejan parte de la historia y la trayectoria de los artistas.
La calidad de cada una de las obras radica, precisamente, por la conjugación de técnicas y materiales propios de la zona, junto con el sentir, la imaginación y el pensamiento del campesino valletenzano. Lo anterior, en correspondencia con: a) la hechura de unidades y artículos artesanales elaborados de fique, calceta o corteza de plátano; b) la realización de miniaturas de madera y amero; c) la ejecución de trenzados de caña, yare o bambú; d) la fabricación de pequeñas figuras y cruzados de pelo de equino o bovino y cerda (cerdería), propias de las veredas Aguaquiña y Sacaneca del municipio de Pachavita, que algunas veces se observan en luminarias mixtas y casillas; e) el tratamiento especial de la guadua, la caña de castilla, el chin o el carrizo; f) el empleo de hojas y semillas de árboles, arbustos y frutales; g) la creación de formas y figuras de material reciclable como papel (hojas de revistas, periódicos, cemento, higiénico, seda, crepé), botellas (plástico y vidrio), latas y tapas de cerveza, textiles, tubos, plástico, cartón, pasta, entre otros.
Estructura artesanal de base para figura de animal.
Foto Leydy Díaz Villalobos
Asimismo, en algunas partes de luminarias y casillas, provenientes de Tenza y Pachavita, en ocasiones se aprecian segmentos hechos de bejuco, musgos, helechos, junco o paja, así como pequeños objetos y utensilios de chusque, cira, guátamo y guaque, para apoyar ciertas escenas tradicionales campesinas y temáticas de sus producciones.
Con esos materiales, los artesanos suelen realizar, además, arcos, pabellones, pendones, faroles, candeleros, ornamentaciones, máscaras, vestuarios, marcos, portones, techos, paredes, representaciones humanas, de animales, plantas y máquinas como los trapiches de moler; hacen estatuillas de santos, muñecas, pesebres, así como partes de estructuras de luminarias, de casas, iglesias, catedrales y monumentos, por ejemplo, el “Puente de Boyacá” o el “Alto de Santa Bárbara”.
Con los materiales y las formas creadas, los cultores hacen significativas y variadas obras artísticas con las que alegorizan y simbolizan el sentimiento por sus tradiciones y su visión de mundo. Sus representaciones dotan de alegría las festividades de los aguinaldos locales y regionales del Valle de Tenza.
Por tanto, las luminarias y las casillas son productos culturales de la región, cultivadas por el campesino, así como lo hace con el campo. Con su cultura se encuentra y se comprende así mismo, como un ser que cuida sus tradiciones y sus costumbres. Así, se encuentra con él mismo, vive y habita el mundo con sus realizaciones. De manera que estas se convierten en su manera de vivir y de estar, y con las cuales la cultura cobra su sentido de humanización.
Detalle luminaria mixta de Luz Bohórquez. Muñecas en amero. Foto: Lorena Roa.
Luminaria de animal Gallina la "pirinola", en amero de Fabio López Lesmes. Foto: Lorena Roa
Detalle luminaria mixta, Puente de Boyacá, 2008, en papel seda, cartón, chin y maguey de Lina Patricia Roa. Foto: Víctor Melo
De este modo, sus elaboraciones son el resultado de las transformaciones y creaciones que el campesino del Valle de Tenza imprime a los elementos y recursos que le ofrece el medio y de las nuevas formas creadas, materializadas en luminarias, casillas, miniaturas y artefactos. Al utilizar las posibilidades, técnicas y realidades de su entorno, crea cultura y le confiere significado a su quehacer. Con el agregado de que lo realizado fue antes imaginado, planeado, diseñado y modelado, con lo cual manifiesta su intencionalidad y el deseo de comunicar el mensaje de su creación. A medida que adiciona conocimiento en sus obras, hace cultura y se descubre él mismo. En sus producciones proyecta las múltiples relaciones con el entorno, la concepción de su realidad, la prolongación de su imaginación y creatividad, para así afirmar que su medio es el lugar de su mundo.
Casilla, Réplica Catedral de Garagoa, por Félix Arévalo. Foto: Lorena Roa. 2020.
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